En este artículo vas a encontrar 5 actitudes (pensamientos, creencias y acciones) e ideas para:
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Mantenernos cuerdos 💜.
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Mantenernos enfocados en nuestras tareas.
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Mejorar la calidad de nuestro trabajo.
Mi ex-universidad me pidió que compartiera un mensaje con los alumnos y ex-alumnos que los motive a seguir estudiando en el medio de la incertidumbre causada por el COVID-19. En este artículo, les comparto las estrategias y actitudes que estoy tratando de mantener (algunos días con más éxito que otros) para hacer frente a la emergencia en Hungría
Este artículo es para aquellos activistas y operadores de ONGs y otras entidades que puedan estar estresados y preocupados por las consecuencias que la emergencia sanitaria causada por el coronavirus pueda tener en sus vidas y las vidas de las poblaciones que están tratando de asistir.
En particular, a las y los que trabajan en contextos de emergencias humanitarias o emergencias sanitarias mucho antes de la aparición del COVID-19. Pienso en mis compañeros y compañeras venezolanos, a los y las que trabajan en la frontera entre México y Estados Unidos, entre otras crisis humanitarias del continente. También en los y las que trabajan en lugares donde las condiciones de vida que tienen todas las características de una “crisis humanitaria” desde hace muchos años, tales como las villas miseria argentinas, las favelas brasileñas, etc..
Nuestra preocupación constante sobre las consecuencias sociales, políticas y económicas de la emergencia sanitaria (que, posiblemente, deterioren aún más las condiciones de exclusión social de las poblaciones a las que servimos), tiene un efecto paralizante y profundamente desalentador.
Por ello, sin ánimos de negar las profundas y reales consecuencias negativas de la emergencia sanitaria sobre los grupos sociales con los que trabajamos, considero que vale la pena aportar a la conversación sobre nuestras tareas un granito de arena de positividad, solidaridad y cordura ante el mar de artículos periodísticos, videos y posts que nos abruman todos los días con noticias sensacionalistas y maliciosas.
1. Recordemos todos los días lo que nos motiva a trabajar.
Desde fotos de individuos y empresas acumulando productos sanitarios, pasando por videos de violencia policial en varios países latinoamericanos, hasta pronunciamientos oficiales de presidentes ineptos y negligentes que comparan al COVID-19 con un resfrío y que llaman a los ciudadanos a seguir normalmente con sus vidas a pesar de tener una preexistente crisis sanitaria nacional, todo estos casos nos pueden hacer perder algo de fe en la humanidad. [Sí, te estoy hablando a vos, Jair M. Bolsonaro].
Es por esto que tenemos que recordar todos los días, si quiera brevemente, cuáles son los valores y las actitudes que nos motivan, aquellas que nos llevaron a dedicarnos al cambio social y que nos dan esperanza en ayudar a construir sociedades (aunque sea un poquito) más justas, equitativas e igualitarias.
Asimismo, para recordar y reforzar estos valores y objetivos en circunstancias difíciles, es más importante que nunca buscar la compañía y la ayuda de amigos, amigas, compañeros, compañeras y familiares que los comparten, aunque sea a la distancia a través de las redes.
2. Solidaricémonos con quienes necesitan más de nuestra ayuda.
La emergencia sanitaria causada por el coronavirus nos enseña que sólo podemos estar bien cuando nos solidarizamos con las personas alrededor nuestro para que también lo estén.
Entonces, esta es la situación ideal para tener muy presente y ayudar a aquellos a quién este tipo de emergencias golpea más fuerte y que están a nuestro alrededor: las personas en situación de calle, en situaciones habitacionales precarias, los ancianos, las personas que no cuentan fácilmente con acceso a servicios sanitarios y las personas con discapacidad.
El antídoto para el aislamiento durante estos tiempos difíciles, es conectarnos y ser solidarios con los otros, aunque no siempre podamos hacerlo en persona. Por ejemplo, los y las que vivimos lejos de nuestros países, podemos mostrar nuestra solidaridad a través de donaciones a ONGs, asociaciones y agrupaciones que estén atendiendo a las necesidades de las poblaciones más vulnerables.
También podemos contratar servicios y comprar productos de pequeños negocios o de creadores online que tengan un fin solidario, o cuyos medios de vida se han visto fuertemente afectados por la emergencia.
Publicación del movimiento argentino La Garganta Poderosa – resistencia villera (@lagargantapoderosa).
3. Hay muchísimas personas solidarias, pero tenemos que “ayudarlas a que nos ayuden”.
En las últimas semanas ha sido muy esperanzador observar y tomar parte de la multiplicación de muestras de solidaridad y fraternidad en medio de la crisis, incluyendo las contribuciones en forma de donaciones en especie y voluntariados. Para muchas ONGs y agrupaciones, esta puede ser una buena oportunidad para educar a las personas solidarias sobre las diversas maneras en que pueden ayudar a las poblaciones a las que servimos.
Esto es porque en tiempos de crisis, donde las necesidades de las poblaciones que ayudamos se multiplican y complejizan, las contribuciones solo pueden ser efectivas si educamos a las personas bien intencionadas acerca de las formas más eficientes en las que pueden ayudar.
Por ejemplo, podemos difundir el mensaje que cualquier donación de productos es más efectiva si parte de una reflexión sobre el impacto que va a tener en las poblaciones a las que se quieren ayudar, además de sugerir consultar previamente con la entidad a la que se va a donar.
Aunque parezca de sentido común, es importante recordar este punto porque en cada contexto de crisis y emergencia encontramos al menos un ejemplo (o varios) de donaciones y voluntariados bien intencionados, pero finalmente inútiles.
Uno de los que más me impactó recientemente, debido a la respuesta de los “beneficiarios” de las acciones solidarias, es una serie de fotos en donde aparecen sobrevivientes filipinos a la erupción del volcán Taal posando muy simpáticamente con las ropas donadas al centro de evacuación en el que viven (Fuente: Vice News).
En el contexto en el que fueron tomadas estas fotos, la organización “Citizens’ Response Center” convocó a los que se habían solidarizado a “tratar a los sobrevivientes con dignidad y donar ropa que pueda ser realmente usada”. 💖
4. La crisis demostró que nuestro trabajo en pos de la igualdad y equidad social es urgente e importante.
Las respuestas a la crisis por parte de organizaciones internacionales y varios gobiernos nos ayudan a confirmar a todos los que trabajamos en pos del cambio social, que el actual modelo de sociedad, con sus múltiples inequidades y desigualdades (sociales, de género, económicas, culturales, étnicas y geográficas) es incapaz de garantizar el bienestar y la salud de todos y todas.
Como consecuencia de la crisis, los y las activistas y ONGs contamos ahora con muchísimas fuentes de información (videos, investigaciones, pronunciamientos oficiales de organizaciones internacionales y gobiernos) actualizadas, legítimas y confiables, producidas por entidades oficiales que nos confirman algo que ya sabíamos desde hace mucho tiempo: trabajar en pos de construir sociedades más igualitarias y equitativas es la mejor preparación para evitar futuras pandemias y para enfrentarnos a la actual.
Entre los pronunciamientos oficiales de organizaciones internacionales y gobiernos más importantes en relación a la protección de niños y niñas, podemos encontrar los siguientes:
- Los planes de respuesta al coronavirus deben incluir el impacto de la pandemia en las mujeres (António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas)
- Expertos de la ONU piden medidas urgentes para mitigar el aumento de los riesgos de violencia contra los niños y Los niños deben ser protegidos de la pedofilia y el abuso exacerbado por la pandemia del coronavirus (La representante especial del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra los niños y Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la venta y la explotación sexual de niños, Maud de Boer-Buquicchio, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas)
- Guía Práctica de Respuestas Inclusivas y con Enfoque de Derechos ante el COVID-19 en las Américas de la Organización de los Estados Americanos, que aboga a los Estados americanos a tomar medidas para enfrentar el COVID-19 que protejan los derechos a la vida y la salud de que los grupos marginalizados, pobres, o en situación de vulnerabilidad (incluidas las niñas, los niños y adolescentes).
- El Llamado a la Acción de los líderes de 21 organizaciones internacionales de derechos de la infancia para abogar en pos de la protección de los niños de la violencia y el abuso durante el COVID-19 (por ahora disponible sólo en inglés).
5. Cuidemos las fuentes de información que consumimos, usamos y compartimos.
En mi anterior artículo traté brevemente el tema de cómo manejar la sobreabundancia de información y noticias periodísticas sobre el coronavirus.
Aquí voy a recordar que, en esta situación de emergencia, las “noticias falsas”, maliciosas, y/o (agregaría) inútiles, se multiplican y generan lo que se conoce como infodemia.
Por ello, para realizar nuestra tarea de publicar informaciones precisas, útiles y verídicas de manera rápida que ayuden a otros a cuidarse y a proteger a los niños y niñas, compartamos con otros apenas de fuentes confiables que aportan información basada en los derechos humanos y en la ciencia.
Tal como lo explica la experta en salud mundial Alanna Shaikh en su reciente charla TED:
“El COVID-19 es algo aterrador, en un momento en que casi todas nuestras noticias parecen aterradoras. Y hay muchas malas pero tentadoras opciones para lidiar con ello: el pánico, la xenofobia, la agorafobia, el autoritarismo, las mentiras simplificadas que hacen creer que el odio, la furia y la soledad son la solución para los brotes.
Pero no lo son.(…) Cosas como mejorar la atención médica aquí y en todas partes, invertir en infraestructura sanitaria y observación de enfermedades, para saber cuándo aparecen nuevas, construir sistemas sanitarios en todo el mundo, fortalecer las cadenas de suministros para que estén listas para emergencias.
Y mejorar la educación, para que podamos hablar sobre brotes de enfermedades y la matemática del riesgo sin pánico cegador. Debemos guiarnos por la equidad, porque en esta situación, como muchas, la equidad es en realidad en nuestro propio interés.”
En este artículo describí cinco actitudes (pensamientos, creencias y acciones) que nos pueden ayudar a ONGs, operadores y activistas a mantener nuestra cordura, mejorar la forma en la que trabajamos, y mantenernos enfocados en nuestra labor durante la pandemia.
Además, si te gustaría que escriba sobre un tema en particular o tenés una pregunta, contáctame. También te invito a completar mi test de 5 minutos (4 preguntas) sobre los aspectos de tu trabajo que te gustaría mejorar así escribo sobre éstos.